Poemas de Los poemas de Horacio E. Cluck traducidos por Marcela Filippi al italiano

.

Sono debole e mi abbandono a te
perché sei da solo allo spuntar del giorno
che inizia con un’esplosione di danni,
di carezze che sarebbero potute esistere e sono state
rito che ora non ti riguarda.
Apri gli occhi quando passa la pioggia,
conta le parole che ti restano da dire,
non quelle che rivestono il desiderio con le braci
incredibili e corpi legati,
ma quelle altre forme fosche
che gridano dolore perché finisce
il tempo.
Parole di tenerezza per denigrare
questa memoria che lega la nostra vita
ad un albero in fiamme.
La vera solitudine ti sputerà in faccia.
Sono stanco, ma bacerò il tuo viso
quando piangerai.

.

Soy débil y me entrego a ti
porque estás solo en la madrugada
que se inicia con una explosión de daños,
de caricias que pudieron suceder y fueron
rito que no te incumbe ahora.
Abre tus ojos al pasar la lluvia,
cuenta las palabras que te quedan por decir,
no las que reviste el deseo con brasas
increíbles y cuerpos maniatados,
sino esas otras más foscas
que claman dolor porque se acaba
el tiempo.
Palabras de ternura para denigrar
esta memoria que ata nuestra vida
a un árbol en llamas.
La verdadera soledad escupirá en tu cara.
Estoy cansado, pero besaré tu rostro
cuando llores.

.

Vecchie pietre bianche per sentire
il caldo umido del tempo.
Sono trascorsi gli anni e credi ancora
alla bugia di allora, se ritorni
fallo per sempre, come chi non tiene nulla
per sé, tranne la decrepitezza.
Case in penombra e orti bruciati.
Lì l’infanzia pianse il suo paradiso.
E tu vieni oggi per soffermarti
dinanzi al paesaggio dove pensavi di morire.
Nessuno ti aspetta ancora, pover’uomo
che soffre,
nessuno ti ha chiamato.

.

Viejas piedras blancas para sentir
el húmedo calor del tiempo.
Han pasado los años y aún te crees
la mentira de entonces, si regresas
hazlo para siempre, como los que nada guardan
para sí, a no ser la decrepitud.
Casas en penumbra y huertos quemados.
Allí la infancia lloró su paraíso.
Y vienes hoy a detenerte
ante el paisaje donde pensabas morir.
Nadie te espera todavía, pobre hombre
que sufre,
nadie te ha llamado.

*

(Del libro «Los poemas de Horacio E. Cluck», Huerga y Fierro editores, Col. La rama dorada, Madrid 2017. Prólogo de Andrés González)

Gracias, Marcela.

https://intraduzionisolmar.blogspot.com/2023/12/soy-debil-y-me-entrego-ti-sono-debole-e.html
https://intraduzionisolmar.blogspot.com/2024/02/viejas-piedras-blancas-para.html

Aquí otro poema traducido del libro:

https://intraduzionisolmar.blogspot.com/2024/03/habian-colocado-sus-manos-avevano-messo.html